- S. Em. R. Card. Timothy Michael DOLAN, Arzobispo de Nueva York, Presidente de la Conferencia Episcopal (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

El gran predicador americano, el Venerable Arzobispo Fulton J. Sheen, comentó: "La primera palabra de Jesús en el Evangelio fue 'ven"; la última palabra de Jesús fue 'id'".

La Nueva Evangelización nos recuerda que los verdaderos agentes de la evangelización deben ser evangelizados primero.

San Bernardo dijo: "Si quieres ser un canal, antes debes ser un embalse".

Por eso yo creo que el primer sacramento de la Nueva Evangelización es el sacramento de la penitencia, y agradezco al Papa Benedicto que nos lo haya recordado.

Sí, los sacramentos de iniciación - Bautismo, Confirmación, Eucaristía - encomiendan, retan y equipan a los agentes de la evangelización.

Pero los sacramentos de reconciliación evangelizan a los evangelizadores, pues sacramentalmente nos acercan a Jesús, quien nos llama a una conversión del corazón y nos inspira a responder a Su invitación de arrepentimiento.

El Concilio Vaticano II hizo un llamamiento a la renovación del sacramento de la penitencia; en cambio lo que tristemente conseguimos, en muchos lugares, fue la desaparición de dicho sacramento.

Nos hemos ocupado mucho en reformar estructuras, sistemas, instituciones y a la gente más que a nosotros mismos. Sí, esto es bueno.

Pero la respuesta a la pregunta: "¿Qué es lo que va mal en el mundo?" no es la política, la economía, el secularismo, la contaminación, el calentamiento global... no. Como escribió Chesterton: 'La respuesta a la pregunta '¿Qué es lo que va mal en el mundo? son dos palabras: Soy yo'".

¡Soy yo! Admitir esto lleva a la conversión de nuestro corazón y al arrepentimiento, el centro de la invitación del Evangelio.

Esto sucede en el Sacramento de la Penitencia. Este es el sacramento de la Nueva Evangelización.